La impresión en 3D se está convirtiendo en el gran aliado de todos aquellos sectores que precisan materiales o piezas imprescindibles para luchar contra el coronavirus, especialmente en ámbitos tan críticos como la sanidad, y poder hacerlo de manera rápida y con gran calidad.

La tecnología es una herramienta imprescindible para desenvolvernos en el nuevo mundo al que nos ha trasladado la súbita expansión de un virus letal. En este confinamiento sin precedentes, nos permite seguir conectados con nuestros seres queridos, nos ofrece infinitas opciones de ocio y evita con el teletrabajo parar en seco la economía. Pero además, fuera de nuestras casas, se ha convertido en arma de vanguardia contra el enemigo invisible. Big data y apps para monitorizar y evitar contagios, inteligencia artificial para secuenciar el genoma del virus e impresión 3D de objetos imprescindibles como los respiradores son algunas de las soluciones de urgencia que ha aportado.

La impresión 3D con fines médicos ha vivido un especial impulso con motivo de la crisis del coronavirus. Según un informe, se trata de una tecnología “cuasi madura” que ha ido creciendo progresivamente en la última década. Pero esta emergencia sanitaria ha supuesto una revolución en el sector, con la proliferación de iniciativas tanto de particulares como de empresas nacionales e internacionales del sector médico y de otros ámbitos para paliar la falta de materiales e instrumental sanitario como mascarillas o respiradores.

La impresión en 3D se está convirtiendo en el gran aliado de todos aquellos sectores que precisan materiales o piezas imprescindibles para luchar contra el coronavirus, especialmente en ámbitos tan críticos como la sanidad, y poder hacerlo de manera rápida y con gran calidad.

El vicepresidente del Consejo General de Colegios Profesionales de Ingeniería Informática, Juan Pablo Peñarrubia, ha explicado que la principal ventaja del uso de la impresión 3D es la facilidad a la hora de plantear prototipos de todo tipo de manera rápida y “pasar con inmediatez de la idea creativa a ver y tocar un producto”.

La única diferencia entre los productos impresos y los fabricados de forma tradicional es que los primeros están condicionados por el material del que están compuestos, pero su calidad y su coste es más que “satisfactorio”, añadió.

Para Peñarrubia, esta situación puede ser un palanca para “acelerar la capacidad de innovación y competitividad de todas las empresas”.

En este sentido, HP y sus socios de fabricación digital han abierto al público sus archivos de diseño de piezas en 3D con el fin de que puedan unirse otros innovadores con sus proyectos y así acelerar la producción de piezas críticas para hacer frente a coronavirus.

Ayudar a la comunidad sanitaria

El objetivo es ayudar a la comunidad sanitaria mundial mediante la fabricación de piezas que cumplan los estándares de calidad y seguridad adecuados, han asegurado fuentes de HP.

Algunas de las primeras aplicaciones de esta red de socios que se están validando son abridores de puertas con manos libres, que permite una apertura fácil con el codo, ajustadores de mascarillas o protectores faciales.

La impresión 3D ha cobrado protagonismo por su especial utilidad en la creación de equipos de protección frente al COVID-19, al emplearse para la fabricación de materiales que escasean a día de hoy como mascarillas faciales, respiradores mecánicos e incluso abridores de puertas, entre otros.

En esta línea HP, en coordinación con los organismos gubernamentales, sanitarios e industriales de todo el mundo, están colaborando para identificar las piezas más necesitadas, validar los diseños y comenzar a imprimirlos en 3D.

De hecho, la compañía ya ha fabricado más de mil piezas impresas en 3D que ha entregado a diversos hospitales. Además, sus centros de I+D en 3D en Barcelona, así como los de otras ciudades del mundo, están colaborando para aumentar la producción y satisfacer las necesidades más urgentes.

En España, otras empresas que disponen de impresoras 3D han decidido dedicarlas también a la fabricación de material sanitario.

Así, en Valencia, seis compañías pertenecientes a la Asociación Valenciana de Industrias de la Automoción (AVIA) -DID Automation, Mipesa, Tetra Proyectos, Somtech, CLR y SRG Global- han ofrecido sus instalaciones y líneas de producción para fabricar respiradores y material sanitario a través de impresoras 3D.

En Barcelona, un grupo de empresas, estudios de diseño, ingenieros e informáticos de la Conca d’Òdena se han organizado para producir piezas útiles para los hospitales y centros sanitarios de la zona confinada por el brote de coronavirus en el Hospital de Igualada.

En Madrid, ha surgido la iniciativa ciudadana “Coronavirus Makers”, en la que voluntarios de toda España se han propuesto aplicar la tecnología 3D para fabricar equipos de protección y material sanitario con los que contribuir a la lucha contra el COVID-19.

En Murcia, la Asociación “Makers of Murcia” está confeccionando gafas en este tipo de impresoras y, en León, la empresa “León 3D” ha donado al Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo 36 máscaras de protección que la compañía ha fabricado mediante este método.

El fabricante británico Photocentric, que se especializa en impresión 3D de resina, ha anunciado que había impreso en 3D cientos de válvulas para aparatos de respiración durante una noche. Su objetivo es crear una gran cantidad y responder así a una necesidad urgente en los hospitales de todo el mundo que enfrentan el Covid-19. Hasta ahora, estas válvulas no han sido validadas desde un punto de vista médico: la compañía está en proceso de pasar varias pruebas. Lo interesante de esto es la capacidad que ha logrado para crear 600 válvulas en 3D durante la noche con 3 máquinas Liquid Crystal. Si se mantiene la misma tasa, ¡Photocentric podría diseñar más de 40,000 dispositivos por semana!

La comunidad de fabricación aditiva se está movilizando y ha demostrado a través de muchos ejemplos que puede ayudar a responder a la crisis de salud. El problema está en ofrecer modelos y dispositivos 3D aprobados médicamente. Muchos fabricantes y profesionales han compartido archivos STL para imprimir en 3D máscaras, por ejemplo. Pero, ¿son realmente una alternativa segura para nuestro personal médico y pacientes? Lo que es seguro es que la fabricación aditiva puede responder a una crisis logística y reparar las cadenas de suministro rotas. Una vez que se ha obtenido la validación médica, se pueden imprimir todo tipo de herramientas en 3D sobre pedido para los establecimientos de salud.

Photocentric quería demostrar que también podía ofrecer cantidad: el fabricante utilizó 3 tipos de máquinas Liquid Crystal: la Magna, la Titan y la Maximus. De esta manera, optimizó el diseño de sus válvulas al máximo para producir la mayor cantidad posible en una sola fuente. Las impresoras 3D habrían producido 104, 171 y 220 válvulas respectivamente. En términos de tiempo de impresión, tardó 8 horas en la Magna, 11 en la Titán y 9 horas en la Maximus. Photocentric dice: “Imprimimos más de 600 válvulas durante la noche en tres máquinas. Todas tienen un orificio interno abierto de 1 mm y, después del tratamiento posterior, estaban secos, brillantes y duros. Podríamos producir más de 40,000 válvulas cada semana utilizando las impresoras de Liquid Crystal existentes en nuestras oficinas, trabajando 5 días a la semana, imprimiendo las 24 horas del día”.

La compañía dice que sus materiales de impresión 3D están siendo sometidos a pruebas de citotoxicidad y sensibilización de la piel por Covance. Estos deberían tomar alrededor de 4 días. A diferencia de FDM, el fotocurado logra una resolución suficientemente alta y una superficie lisa para evitar el crecimiento de bacterias. El problema con los procesos de estereolitografía es que generalmente ofrecen resinas catiónicas a base de oxetano, que son muy higroscópicas y, por lo tanto, imposibles de usar en el sector médico. Es por eso que Photocentric ofrece una química diferente, que cumple con los requisitos y necesidades médicas. El fabricante habría agregado un agente antimicrobiano a la formulación para hacer el material más seguro.

Todas estas iniciativas hacen que a día de hoy, intenetemos mejorar la situación por la que estamos pasando, gracias a todas estas empresas, autónomos, etc estamos logrando salir adelante. Estos actos solidarios son los que hacen que cada día veamos más cerca la luz en el túnel, es por ello que no podemos dejar de luchar y ser solidarios. En estos día hemos visto el lado más humano de gran cantidad de personas, hay que seguir así, hasta poder decir que hemos acabado con este virus.

Fuentes: La Opinión de Murcia, 3D Natives, El País, Alimarket