
El 20% de los ciudadanos europeos sufre algún tipo de dolor crónico. Estos dolores son aquellos que afectan a una persona durante un largo periodo de tiempo, pudiendo incluso permanecer una vez se haya curado la enfermedad que lo producía, mermando la calidad de vida del paciente de forma paulatina.
Dentro de este tipo de afecciones médicas se encuentra el dolor neuropático, que se calcula afecta al 8% de la población europea. Es común encontrar este tipo de dolor en individuos afectados por lesiones nerviosas. Además, el dolor neuropático también puede aparecer en personas diabéticas o en pacientes que reciben quimioterapia. En general, este dolor afecta a individuos que han sufrido algún daño en sus nervios o cuyo sistema nervioso no rinde como debería.
Las personas que padecen de dolor neuropático son extremadamente sensibles a estímulos que para cualquier otra persona serían inofensivos. Por ejemplo, el contacto con una brisa de aire en la cara o el tacto de una mano ajena pueden llegar a ser dolores insoportables para los afectados. Según la investigadora de la Universidad de Barcelona Eugènia Pujol, no es raro que estos pacientes acaben desarrollando depresión. Por tanto, la cura del dolor neuropático debería ser una preocupación sanitaria de primer orden.
Soluciones tradicionales peligrosas
Para los pacientes con dolores crónicos como el neuropático parece difícil pensar en llevar una vida plena y con un funcionamiento normal. Por ello son tan necesarios los tratamientos para el dolor neuropático. Tradicionalmente se ha recurrido al uso de fármacos antidepresivos y opioides (morfina, por ejemplo) para mitigar estas afecciones a corto plazo. Aun así, el 50% de los pacientes no ven aliviado significativamente su dolor con estos tratamientos tradicionales.
Además, este tipo de medicación puede llegar a ser peligrosa si no se toma bajo las indicaciones y prescripción medica. El uso continuado de opioides durante periodos prolongados puede derivar en adicción y sobredosis. En dosis bajas conducen a somnolencia y mareos, pero si se abusa de ellos pueden bajar la frecuencia cardíaca y respiratoria.
Neurofix y Fellow Funders, contra el dolor neuropático
Desde Fellow Funders nos preocupamos por impulsar sectores imprescindibles para la sociedad, como el biotech y el sector de ciencias de la vida. Ahora se suma a nuestra cartera de proyectos Neurofix. Esta compañía, con sede central en Salamanca, está desarrollando un fármaco, NFX88, que permitiría tratar el dolor neuropático. El medicamento ha superado más de la mitad de su recorrido para poder ser comercializado y se encuentra finalizando su fase clínica 2A.
Por tanto, la labor que realiza Neurofix para intentar poner fin a este tipo de dolor es meritoria. Pero, además, que esta tarea se esté realizando desde España, demuestra la gran capacidad investigadora y empresarial de las empresas de biotecnología españolas. El alineamiento de Neurofix con los criterios ESG recibe además pleno respaldo por parte de Fellow Funders. Para apoyar este gran proyecto se inicia una ronda de financiación por valor de 900.000 €, que contribuirá, sin duda, a la mejora de la calidad de vida de millones de personas.