
El equipo de investigación internacional Social Innovation Monitor (SIM), en colaboración con la Asociación Española de Startups, ha publicado el primer informe del impacto de las incubadoras y aceleradoras en España. En nuestro país hay 215 incubadoras, de las cuales 26 son de Corporaciones y 23 universitarias. El informe se basa en el estudio de una muestra de 43 incubadoras analizadas.
Servicios y fuentes de financiación
Una incubadora de empresas es una organización diseñada para acelerar el crecimiento y asegurar el éxito de proyectos emprendedores a través de una amplia gama de recursos y servicios empresariales. ¿Cuáles son estos sevicios? Según el informe, los principales servicios que brindan las incubadoras españolas son apoyo gerencial, espacios físicos y servicios compartidos, educación emprendedora y gerencial, y acceso a fuentes de financiación.
¿Cómo se financian estas incubadoras? En 2018, las principales fuentes de ingresos de las incubadoras analizadas fueron: el alquiler de espacios (25´7%), las subvenciones y premios (22´7%) y los servicios prestados a las entidades incubadas (14´2%). Entre las tres, suponen un 62´6% de los ingresos totales.
Distribución en el tiempo y el espacio
A pesar de la desacelaración sufrida en los últimos años, históricamente el sector de las incubadoras ha experimentado un crecimiento continuo. Entre 2004 y 2008 se fundaron 32 incubadoras. Entre 2009 y 2013, este número se duplicó, creándose 64. Y en el período 2014-18, la cifra ascendió hasta 86, alcanzando el máximo anual de 25 en los años 2014 y 2015. Cabe destacar que más de la mitad de las incubadoras existentes actualmente fueron fundadas en años posteriores a 2011.
Las incubadoras están distribuidas de forma desigual por el territorio nacional. Un 26´5% de las mismas están situadas en Madrid, y un 17´2 % en Cataluña. Entre estas dos regiones copan un 43´7% del total, lo que pone en evidencia el liderazgo económico de estas dos regiones. La siguiente zona más poblada por incubadoras es el sur, con un 13% del total. Por su parte, Canarias se presenta como el desierto particular en este ámbito, con solo un 3´7%.
Tipología
Debemos diferenciar las incubadoras según su naturaleza legal entre públicas, privadas e híbridas. En este sentido, el mercado está muy repartido. Un 46´6% de las incubadoras son públicas, un 42´8% son privadas y un 10´6% son híbridas.
En cuanto a la tipología, destacan las incubadoras de empresas y mixtas; es decir, incubadoras que apoyan principalmente a organizaciones con ánimo de lucro. Entre ambas representan un 88´4% del total de incubadoras. El resto son incubadoras sociales, que apuestan principalmente por el turismo social, el consumo responsable, la salud y el bienestar, y la protección animal y del medio ambiente.
La actividad de las incubadoras
En 2018, las incubadoras recibieron 121 peticiones cada una de media, aceptando una media de 31 (aproximadamente una de cada cuatro). Estos datos hay que contextualizarlos, pues están afectados por la influencia de las grandes incubadoras. La mitad de las incubadoras recibe 30 aplicaciones o menos, y acepta menos de 23. Esto quiere decir que las pequeñas incubadoras aceptan en torno a un 75% de las aplicaciones recibidas, mientras que las grandes incubadoras son mucho más selectivas.
Si medimos la incubadoras por el número de personas empleadas la media se sitúa en torno a 6. Sin embargo, este dato vuelve a estar afectado por la influencia de las grandes incubadoras. Mientras que el récord se encuentra en 36 empleados, la mitad de las incubadoras cuenta con menos de cinco empleados. De hecho, el número de empleados más recurrente es dos.
En resumen, el de las incubadoras es un mercado con un gran crecimiento histórico, si bien es cierto que en el último lustro ha sufrido un período de desaceleración. Se aprecia una clara diferencia entre las grandes y las pequeñas incubadoras. Con el coronavirus todavía afectando a la economía, está por ver el impacto que este tendrá sobre las incubadoras españolas. También se presenta la incógnita de si el dilema actual aumentará la apuesta de las incubadoras por organizaciones sin ánimo de lucro que buscan provocar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.
Fuente: WebCapitalriesgo
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