Las tecnologías asociadas a la Cuarta Revolución Industrial ofrecen formas eficientes de hacer frente al impacto de la crisis sanitaria del Covid-19. Pero el problema de estas tecnologías es que no están al alcance de todo el mundo, para los países subdesarrollados se trata de una desventaja a la hora de reducir la transmisión del virus.

Se trata de un tipo de tecnología que ayuda a contener y hace frente a la pandemia. Para la recopilación de datos para ayudar en el rastreo de contactos, la verificación de síntomas y la predicción de brotes y vulnerabilidades se están utilizando herramientas como la Inteligencia Artificial y la tecnología móvil.

Partners HealthCare, una red de hospitales y médicos sin ánimo de lucro, ha creado una red basada en IA-19 COVID screener para identificar síntomas graves en pacientes. El modelo canadiense de Intelegencia Artificial BlueDot proporcionó un aviso el 31 de Diciembre diciendo que el Covid se extendería a nivel mundial. Por otra parte, se están utilizando las cámaras de visión por computadores con Inteligencia Artificial con el fin de identificar si se respeta o no el distanciamiento social en sitios públicos y las cámaras termográficas basadas también en IA tienen el fin de identificar personas enfermas mediante un escáner en los espacios públicos. Por otro lado, con el fin del rastreo de contactos las palataformas de Apple y Google se han asociado para adaptar la tecnología bluetooth móvil a esta práctica.

Los materiales avanzados y las nanotecnologías juegan un papel muy importante a la hora del diagnóstico rápido, la terapéutica, la vigilancia y el monitoreo, las vacunas y el desarrollo de nuevas formas de equipo de protección personal. Es el caso de Nanotech Surface, una empresa italiana que ha creado un desinfectante a base de nanomateriales que continúa matando bacterias incluso meses después de ser aplicado a una superficie. O Respilon, una empresa checa ha desarrollado máscaras respiratorias de nanofibras capaces de matar un virus en lugar de atraparlo.

Pero estamos en un mundo en el que los países tienen capacidades muy diferentes, por lo que no todos están capacitados para desarrollar estas tecnologías para hacer frente al Covid-19, no todos pueden gozar de infraestructuras físicas y digitales ni de capital humano para utilizar estas tecnologías. Podemos encontrar cuatro categorías de países:

  • Países con altos niveles de capacidad y uso / efectividad
  • Países con alta capacidad y bajo uso / efectividad
  • Países con baja capacidad y alto uso / efectividad
  • Países con baja capacidad y bajo uso / efectividad.

En base a estas categorías los innovadores y tecnológicos podrían identificar que intervenciones tecnológicas serían más efectivas para luchar contra el Covid-19 en función de cada país y sus recursos y niveles de preparación.

Los países con alta capacidad y uso / efectividad son los que han luchado contra el coronavirus de una manera más eficaz gracias a que han aprovechado la tecnología de la Cuarta Revolución Industrial. Es el caso de Alemania, que ha logrado mantener la tasa de mortalidad más baja que otros países y además está haciendo uso de datos de ubicación de teléfonos inteligentes para llevar a cabo un seguimiento agresivo de contacto. En Corea del Sur, una empresa ha desarrollado kits de prueba en días en lugar de semanas gracias a su tecnología de IA, esto les da capacidades para aumentar su producción antes de que la crisis estalle. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea (KCDC) usan una app móvil para informar de síntomas y chatbots y llamadas telefónicas con el fin de difundir información e identificar ubicaciones de prueba cercanas. Asimismo, el Ministerio de Sanidad de Corea del Norte cuenta con autoridad que le permite recopilar datos de empresas de telecomunicaciones, transacciones con tarjetas de créditos, sistemas GPS y otras fuentes, además sus funcionarios reciben avisos cada vez que alguien una persona pasa los límites de su cuarentena obligatoria.

Los países que cuenta con alta capacidad pero bajo uso /efectividad son aquellos en los que los sistemas sanitarios están intentando integrar la tecnología que podría usarse para mejorar su respuesta. En EEUU no se ha logrado aumentar la producción de los suministros médicos necesarios y la respuesta de la sanidad se calificado como desordenada y descordinada. Por otra parte, España también ha sido criticada por no actuar desde el principio, en cuanto a la comunidad de impresión en 3-D se puede decir que se ha desarrollado y ha dado un paso adelante ya que había mucha escasez de material de protección sanitario.

Los países con baja capacidad y alto uso / efectividad son aquellos en desarrollo en África donde se percibe un crecimiento de soluciones de telefonía móvil, se puede usar la tecnología móvil para promover el distanciamiento social. En países como Senegal, Kenia, Uganda, Tanzania, Ghana y Nigeria ya se está llevando a cabo el uso de dinero móvil en lugar de las transacciones en efectivo, esto es gracias al aumento del acceso y la reducción de tarifas. Por ejemplo, en Nigeria, el Ministerio de Salud difunde información acerca del virus así como los síntomas, los medios de prevención y el tratamiento a través de Whatsapp. Los métodos de estos países están lejos de ser una solución completa a la lucha frente al covid, pero sí ayudan a evitar viajes a centros de salud. También ha surgido HelloDoctor, una plataforma de salud móvil que gracias a una asociación público-privada de Sudáfrica es gratis para todos mientras dure la pandemia.

Por último, nos encontramos con los países de baja capacidad y bajo uso. Estos son los más vulnerables, son lugares como la República Centroafricana y Chad, donde se tendrán que pensar mucho de qué manera explotar sus recursos limitados hacia la innovación para poder luchar contra el Covid-19. Algunas tecnologías no requieren alta capacidad, si no, una buena forma de gobierno que sea capaz de habilitarlas. No se descarta que los países pobres con bajas capacidades puedan hacer uso de drones para entregar material sanitario en caso de que surja un brote grave.

En resumen, las tecnologías 4IR están permitiendo que muchos países afronten esta crisis pandémica de una manera más efectiva, pero claramente se ve una brecha entre aquellos países que tienen capacidad para habilitarla y los que no. Para que ningún país se quede atrás se requerirá principalmente cooperación global y solidaridad entre naciones así como una mezcla entre inversión, innovación, preparación y uso efectivo y liderazgo dentro de los países.

Fuente: Brookings