En 1854 los datos ayudaron a acabar con la epidemia de cólera en Londres. Lo consiguió John Snow, un médico londinense, al relacionar la distribución de las víctimas de cólera con la ubicación de pozos en la zona del Soho de Londres. Por lo tanto, deberíamos emplear datos y las herramientas de las que disponemos hoy en día, para frenar la propagación del virus y para preparar la vuelta a la normalidad.
Datos
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