Cuando el occupational burnout afecta al rendimiento del emprendedor

Estoy física y mentalmente exhausto, me irritan mis compañeros de trabajo, clientes, socios e incluso mi familia, tengo cambios de humor frecuentes y sin motivo, me siento desilusionado y en muchas ocasiones desconectado de mi entorno, tengo algunos problemas físicos sin motivo aparente¿Estaré enfermo? ¿Qué me pasa doctor?

En verdad no te pasa nada que no pueda curarse, padeces simplemente el síndrome de desgaste profesional u occupational burnout. Vamos, lo que comúnmente siempre hemos conocido como el “estar quemado”.

Los emprendedores (e incluyo en este concepto los trabajadores autónomos) solemos ser muy optimistas, creemos en nuestro modelo de negocio, en nuestros equipos y aunque tenemos eventuales crisis de confianza, creemos que somos los indicados para llevar nuestras empresas al éxito.

Avanzando sin perder el foco

Sin embargo, cuidado, tendemos a pensar que siempre vamos a mantener la energía y el entusiasmo del principio.  Si además hemos trabajado anteriormente por cuenta ajena tendemos a reproducir los mismos esquemas en nuestro propio negocio y acabamos aunando lo peor de ambos mundos, las largas jornadas de trabajo con la incertidumbre, y la ansiedad por la obtención de resultados dado que trabajamos para nosotros.

Parece que por fin, tras analizar nuestra situación, ya tenemos un diagnóstico, nos estamos exigiendo demasiado y si seguimos con este proceso llegaremos a tener problemas verdaderamente serios.

Si a nuestro cansancio físico y sobre todo mental le unimos la tradicional soledad del emprendedor nos encontramos ante un yo al que no conocemos, con reacciones físicas y mentales imprevistas y que finalmente va a acabar tomando decisiones profesionales y personales inadecuadas.

Pero con tener el diagnóstico no es suficiente. Necesitamos una terapia de choque que remita de forma rápida los efectos de nuestra enfermedad y además un tratamiento de largo plazo que nos devuelva el equilibrio.

Terapia Hombre

Del diagnóstico a la cura

¿Y cuáles son las medicinas que debemos aplicar? Pues son remedios relativamente sencillos pero que debemos poner en práctica de forma inmediata:

  • Limita tus horarios.  La cultura presencial no debe ser una característica de un emprendedor.
  • Pon el foco en los objetivos y en los resultados, no en las tareas.
  • Recupera tu tiempo libre.  Vuelve a disfrutar de tus pasatiempos y utilízalos como tu lugar seguro al que vuelves cuando estás agobiado.
  • Practica un deporte.  Cuando quemas adrenalina parece que tus problemas desaparecen y tienes una sensación de cansancio agradable.
  • Vuelve a activar tu cerebro fuera de tu empresa.  Vuelve a leer (y no solamente el último manual publicado del emprendedor), asiste a cursos, seminarios, charlas, …
  • Dedica tiempo de calidad a tu familia y amigos.  Siempre se ha dicho que uno de los grandes damnificados del emprendimiento son las familias. ¡Cuidado!  La búsqueda del éxito profesional puede tener un efecto muy negativo en tus relaciones personales.

Todos tenemos nuestras necesidades

Como conclusión nunca debemos olvidar que somos emprendedores pero al final seguimos siendo personas, con nuestras necesidades físicas, intelectuales y emotivas.

Si bien el camino del emprendimiento trae estrés, soledad y sentimientos a flor de piel debemos aprender a tomar distancia de nuestro trabajo.  Esto nos permitirá analizar con perspectiva nuestra vida y entorno, reflexionar y por qué no, … lo más importante,  disfrutar con el camino que hemos elegido voluntariamente.

Bueno, dicho todo lo anterior, ya tenemos una excusa perfecta para tomarnos unos días de descanso con los nuestros y salir de nuestra rutina diaria.

Nuestra salud física y mental nos los agradecerá 😉. ¡Felices vacaciones desde Fellow Funders!