Cuando volvamos a la «nueva normalidad», habrá tendencias que se han acelerado estas semanas y que no se detendrán. A pesar de que la situación no es fácil, hay empresas tecnológicas como la educación, las finanzas o la salud que podrían salir reforzadas de esta situación.

«Son compañías más débiles, necesitan financiación. Pero por su naturaleza tienen más agilidad y, en general, han reaccionado bien. Deben mantener equipos por la batalla de retener talento especializado, por eso están haciendo expedientes de regulación temporales de empleo (ERTE) controlados y recortar otros gastos», explica Sergio Pérez, director de venture capital de Banco Sabadell.

«Dado que las inversiones en ‘startups’ se suelen contemplar con un horizonte temporal amplio, habrá que analizar qué tendencias se consolidarán y qué elementos van a cambiar tras esta situación. Por ejemplo, el incremento del teletrabajo, con los cambios sociales y de consumo que implica, posible desglobalización con incrementos de producción local, ‘telemedicina’, entretenimiento en el hogar o ‘e-commerce’ (comercio electrónico)», prosiguen desde Bankinter. «Pero también ámbitos en los que no se darían cambios drásticos, como en la compra de productos o en ‘food delivery’ (comida a domicilio)», puntualizan.

También está la otra cara de la moneda. «Hemos dejado de analizar segmentos muy afectados por esta crisis, como proyectos relacionados con la restauración o los viajes«, lamenta Iñaki Arrola, socio de K Fund. Arrola cree que «los mejores años de capital riesgo es cuando más miedo hay».

Medir el impacto aún es demasiado precipitado, pero sí podemos atisbar algunas señales en el ámbito de las startups: sectores como las fintech, las edtech o las ehealth que saldrán reforzadas de esta situación. Para salir de esta crisis, las startups lo tienen claro: adopción de canales de atención digital, digitalización de la pyme y desarrollo de productos que mejoren la eficacia del uso de la nube.

A pesar de las dificultades, una de cada cuatro startups considera que la situación actual es positiva para su negocio, ya que contribuye a acelerar su proceso de digitalización. Por el contrario, también son conscientes de que las inversiones se verán afectadas a corto plazo.

Los inversores en salud digital discuten la oportunidad y la responsabilidad de invertir en tecnología sanitaria durante la volatilidad del mercado y una posible recesión. El nuevo coronavirus representa una pandemia global que no se ha visto en aproximadamente un siglo, y ha ejercido enormes presiones sobre el sistema de salud y la economía por igual.

La salud digital ha llegado rápidamente al escenario mundial: la telemedicina actúa como un sustituto de las visitas en persona y los chatbots reemplazan las líneas de triaje de enfermeras. Sin embargo, como el resto del mundo, la industria aún enfrenta un futuro financiero incierto.

La desaceleración depende del tipo de inversor. En los últimos años, hemos visto surgir diferentes tipos de inversores en la etapa de salud digital, incluidos los fondos de proveedores y proveedores, así como los fondos tradicionales de capital de riesgo. Si bien la desaceleración económica puede estar en las mentes de los inversores, podría no ser el día del juicio final para las empresas de salud digital que buscan financiación por el momento.

Fuentes: El Confidencial, MobiHealthNews, CincoDías