Tras un breve descanso en nuestra tienda de campaña, soñando con unicornios y sus parientes, hoy vamos a continuar con nuestro safari en la selva del emprendimiento. Comencemos, pues, con nuestra segunda tanda de avistamientos:

Águila: Empresa con un modelo de negocio potente e innovador, que no necesita de altos costes para su funcionamiento. De mantener sus factores diferenciales podrá evolucionar en un rinoceronte y en menor medida en un unicornio.

Caballo: Compañía con un modelo de negocio muy innovador pero que requiere de altos costes para el inicio de su actividad.  Suelen ser ágiles y adaptables a su entorno.  Su supervivencia está muy condicionada por encontrar los inversores adecuados.

Camello: Entidad que es capaz de mantener su actividad con independencia de tener acceso o no a la financiación, es decir, puede superar fases “desérticas” donde la financiación sea escasa con sus propios ingresos. En muchas ocasiones se contrapone el concepto de empresa camello al de startup, entendida ésta como aquella empresa que necesita de sucesivas rondas de financiación, propia y/o ajena para asegurar su supervivencia. 

Cebra: Empresa que destaca por centrar su foco en la rentabilidad en lugar de por dominar el mercado. 

Cebra Verde: Variante del tipo anterior que además de tener su foco en la rentabilidad incorpora como objetivo intentar mejorar la sociedad y por construir negocios sostenibles. Cualquier startup con un modelo basado en la sostenibilidad puede encuadrarse en este tipo de empresa.  

Cerdo: Empresa que desarrolla su producto y/o servicio de la forma más económica posible. Su objetivo no es crecer sino “engordar” su modelo para vender la compañía a corto/medio plazo a un competidor o a un corporate. Grandes empresas como Apple, Google o Facebook compran regularmente este tipo de compañías para integrarlas en su modelo de negocio.

Cucaracha: Empresa que lleva algún tiempo siendo rentable, pero sin grandes números y sin llamar demasiado la atención. Cuida su modelo de negocio, basado en la obtención de una rentabilidad adecuada y considera que el tamaño no lo es todo, sino que es más importante la flexibilidad y la eficiencia. En este sentido podemos considerar así a muchas de las pymes que representan la parte más significativa del tejido productivo y que son la fuente de generación de empleo más importante en Europa.

Elefante: Empresa grande en tamaño, que, si bien no tiene crecimientos importantes, tiende a ser muy estable.

Escarabajo: Empresa creada por un visionario que logra convencer a sus inversores de que su idea es algo mucho más valioso que todo lo que hay en su entorno, sin haber realizado el necesario testeo de su modelo ni haber desarrollado su MVP. Su supervivencia depende en demasía de la esa visión de su creador. Todos conocemos muchos modelos de negocio aparentemente disruptivos que al final dependían casi en exclusiva de la visión de su creador.

Fénix: Empresa que ha tenido una duración de más de 100 años y durante este tiempo ha tenido crecimientos, decrecimientos, pero han logrado sobrevivir. Existe actualmente una corriente de opinión que piensa que las empresas deben buscar la longevidad como el fénix y no una alta valoración como el unicornio. Compañías familiares que han logrado reinventarse tras el paso de las diferentes generaciones son un buen ejemplo de este tipo de empresas.

Gacela: Empresa pequeña o mediana, con más de 10 empleados, y que durante tres años consecutivos acumula un crecimiento de su facturación superior al 75%, con crecimientos fuertes y basados en la innovación. Compañías que posteriormente se convirtieron en unicornios como Amazon o Facebook podrían haberse identificado en sus orígenes con este tipo de empresa.

Hormiga: Empresa que está dirigida por técnicos, con gran formación e inteligencia, pero que no tienen un marketing adecuado porque cree que su producto es tan bueno y diferencial que los clientes acudirán por sí mismos. Su tasa de supervivencia suele ser bastante reducida.

Oso: Empresa que quiere ser independiente y no acepta dinero del capital riesgo. La empresa norteamericana Go-Pro, que no recaudó fondos de capital riesgo hasta su salida a bolsa podría ser un ejemplo de este tipo de compañía.

Ratón: Empresa que tiende a permanecer pequeña.

Rinoceronte: Empresa que no solamente tiene como objetivo crecer sino también ser rentable. Su valoración tiende a realizarse tomando como base los beneficios y no la cifra de ingresos o el GMV (aspecto característico en la valoración de los unicornios). Si bien pueden ser por valoración similares a los unicornios son un tipo más raro que estos.

Como veis la jungla está tremendamente poblada, pero debemos poner fin a nuestra exploración. De nuevo, seguramente existan muchas más especies, pero la selva es un hábitat vivo y sería pretencioso por mi parte intentar abarcar todas las variedades que lo pueblan. En cualquier caso, este ha sido un buen acercamiento a diferentes especies de empresas y startups y un material perfecto para guiar nuestras inversiones hacia las compañías que nos interesen.

oscar valles
Oscar Valles
CRO de Fellow Funders

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