Las empresas Fintech han supuesto un punto de inflexión en la innovación del sector financiero, no solo en España sino en todo el mundo. “Las fintech han conseguido aportar valor añadido a determinados clientes, cubriendo necesidades en mercados de poco interés o poca atención para los bancos tradicionales, lo que a su vez apertura un espacio ideal para Innovar”, explica Eduardo Aldao, director de Innovación de ABANCA. Prueba de ello, explica el directivo, “son las plataformas de crowdfunding, que habilitan la capacidad de financiar pequeños proyectos mediante la aportación de capital de multitud de inversores particulares”. En España el sector Fintech suma más de 400 compañías, donde más del 70% son origen español y cerca de media docena no cuentan con una ubicación concreta.

Más allá de esto, el 75% de las Fintech en España colaboran activamente con empresas del sector financiero y bancario tradicional. Además el sector no para de crecer; según señala un estudio elaborado por Deusto Formación, en 2020 España se ha convertido en el sexto mayor mercado de financiación alternativa del mundo, con un crecimiento anual del 15%. Desde Finnovating señalan que las razones principales de estas colaboraciones atienden a “la agilidad que tienen las Fintech para adoptar nuevas tecnologías y testar nuevos modelos de negocio, la cercanía al cliente de hoy y del mañana, la flexibilidad y la eficiencia”. Si a este conjunto de valores se suman los pilares que sostienen el edificio del sector tradicional, como es el caso de “la confianza, el know how y un músculo financiero y de clientes que las pequeñas tardarían mucho tiempo en alcanzar”, la economía española se encuentra ante un sector que, sin duda, impulsa con creces la oferta financiera del país. Para Eduardo Aldao, el valor diferencial de estas empresas tecnológicas se enfoca en la especialización, “las fintech, en comparación con la banca tradicional, no son soluciones genéricas, pueden enfocarse única y exclusivamente en resolver un problema concreto de sus usuarios. Esto, les permite comprender muy bien las necesidades de los usuarios y ofrecer exactamente lo que demandan”.

A nivel nacional, este ecosistema no solo se ha hecho un hueco en las principales ciudades como son Madrid o Barcelona, sino que su ámbito de actuación y proyección alcanza unas cotas cada vez más elevadas. Es cierto que la Comunidad de Madrid, con más de 160 empresas Fintech, y Cataluña, que supera el centenar, ocupan el pódium de la escala. Sin embargo, el sector del fintech también tiene relevante en otras Comunidades Autónomas como es el caso de la Comunidad Valenciana, que cuenta con 24 empresas de este sector, Andalucía, que abarca una cartera cercana a las 20 compañías, Galicia supera la decena, y las comunidades de Aragón, Castilla y León y País Vasco, con 4 empresas Fintech respectivamente.

Los territorios de España que asumen un número menos elevado de startups financieras son las Islas Canarias, Islas Baleares y Castilla La Mancha con tres fintech respectivamente; Asturias cuenta con dos empresas de este sector y en La Rioja se ubica una empresa. Es evidente que es un sector en auge en España, seguramente el que más empresas aglutinen y por supuesto, son muchas las startups que han logrado captar inversión en los últimos años. En lo que llevamos de 2021, se han cerrado un total de 22 inversiones sobre startups fintechs, moviendo más de 98 millones de euros; una cifra que resalta la confianza del sector público y privado por el sector, y que anima a creer que se puede alcanzar, e incluso superar, la cifra obtenida en 2020 de 204M€ invertidos en startups fintechs.

Entre las operaciones cerradas en 2021, destacan los 103 millones de euros que obtuvo Capchase en el mes de junio, a través de una ronda la Serie A liderada por QED Investors. También en el mes de junio Securitize obtuvo 40M€ en una ronda Serie B, pero si nos remontamos a 2020, el protagonista fue Flywire, que recibió 110M€ en una ronda liderada por Goldman Sachs.

Al margen de estas cifras, España tiene pendiente un largo camino por recorrer en éste ámbito económico, pues se necesita un aumento en el apoyo fiscal a los inversores y los emprendedores, así como una inyección de cultura emprendedora. No obstante, la posición de España se encuentra a la par de la de Reino Unido o Alemania, en lo que se refiere a la cantidad de startups: “España ocupa la sexta posición del mundo en la clasificación de países que albergan startups Fintech”, defiende desde Finnovating, en consonancia con los datos recogidos por Deusto.

Fuente: El Referente

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