Gracias a la digitalización de nuestros datos clínicos y en combinación con herramientas de IA, viviremos más y mejor

A día de hoy, rara es la semana en la que no aparece un nuevo estudio o investigación médica en la que se apunta a los grandes beneficios de la explotación de nuestros datos clínicos, tales como nuestro historial médico.

Desde el avance en tratamientos mucho más efectivos y con menos efectos secundarios, hasta la identificación de patrones en las patologías de los pacientes. Ahora somos capaces de diagnosticar muchísimas enfermedades en un tiempo infinitamente menor al de hace apenas unos años.

Un asunto, eso sí, no exento de cierta polémica por cuestiones de privacidad, pero que sin embargo, y al igual que ocurre en otros sectores estratégicos como la banca, en función de la metodología aplicada vamos a poder asegurarnos al máximo que nadie ajeno podrá conocer «nuestras intimidades».

La cuestión no es tanto el quién, si no el cómo. Es decir, si el propio proceso tecnológico de tratamiento de estos datos «sensibles», es capaz de anonimizar desde un principio cualquier dato que ingeste el sistema, deberíamos estar tranquilos. Vease el nuevo estandar de anonimización de imágenes DICOM, tales como las radiográfias.

Con ello, y siendo el principal uso de este tipo de datos, tendremos un sistema complejo de Big Data, donde distintas herramientas de Inteligencia Artificial, podrán tratar miles y millones de datos al mismo tiempo. Todo con el objetivo de identificar patrones y relaciones hasta ahora desconocidas entre cientos de variables. Descubriendo así, aquello que hasta ahora desconocíamos.

¿Qué Necesitamos?

En este sentido, primero debemos entender que un sistema de Big Data o de Deep Learning, no pueden trabajar si no disponen de cientos, miles o millones de datos en formato digital.

Y aquí nace uno de los grandes carencias a día de hoy. La gran mayoría de nuestros datos susceptibles de integrarse en estos sistemas avanzados, no se encuentran en un formato «tratable» o más bien «expotable». Es decir, que por norma general estos se encuentran en formato papel distribuidos por distintos hospitales y centros de salud de la geografía española.

Xolomon Responde

Xolomon

Con las nuevas herramientas de diagnóstico y democratización de los dispositivos electrónicos, poco a poco los hospitales, farmaceúticas o cualquier centro de investigación clínica, van integrando estas herramientas en su día a día. Obteniendo así los datos digitalizados al momento.

La empresa española Xolomon, actualmente en fase de pre-campaña en nuestra plataforma, tiene la solución. Como con sus Sistemas de Gestión de Investigación Clínica, la integración del Historial Clínico en formato electrónico, o los eCRD, o Cuadernos de Recogida de Datos.

Gracias a sus sistemas en la nube, cualquier centro de salud o laboratorio es capaz de integrar al instante y en un formato tratable, cualquier dato de valor con el fin de incrementar la eficiencia en el trato al paciente, o para completar distintas investigaciones y estudios innovadores

Xolomon es una de esas empresas que han conseguido desarrollar un ecosistema de productos que están a la vanguardia de su sector. Desde Fellow Funders les auguramos un éxito arrollador. ¿Te lo vas perder?

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