La inversión en startups está sujeta a incentivos fiscales muy atractivos

Ha llegado ese momento del año en el que los inversores reciben una carta de su entidad financiera o una llamada de su gestor ¡No hay nada que temer! Lo normal es que en dicho comunicado se informe de que la cuenta corriente ha ingresado algún flujo financiero con el que, en muchas ocasiones, el inversor no contaba. Sí, esas acciones que se compraron algún día y se quedaron olvidadas, por ejemplo.

Si se analiza detenidamente la información aportada por la entidad se podrá observar que sobre los importes brutos que las compañías pagan al inversor se practican elevadas retenciones de cara al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Estas cantidades recibidas por las compañías no suelen ser muy cuantiosas, por lo que reinvertirlas en vehículos tradicionales de inversión puede no ser la mejor opción.

Sin embargo, las cantidades pequeñas son muy adecuadas para construir una cartera de inversión alternativa. La magia del equity crowdfunding que profesa Fellow Funders es que se puede empezar a invertir en empresas de alto crecimiento con capitales reducidos. Esto deriva en una mayor posibilidad de diversificación de la cartera y, por tanto, una mejor gestión del riesgo y la rentabilidad de los activos.

La clave está en la fiscalidad

Ahora, la inversión alternativa suele tener como principales protagonistas a empresas de reciente creación o startups, generalmente. Invertir en estas compañías conlleva, al igual que en otras prácticas financieras, un riesgo. Sin embargo, la ley española contempla una serie de incentivos fiscales para este tipo de inversiones que permiten mitigar en cierta medida esa incertidumbre.

Estas deducciones computan sobre el IRPF y, aunque a nivel autonómico puedan establecerse deducciones específicas por el mismo concepto, hay una regulación estatal general. La legislación establece una deducción en cuota del 30 % sobre las cantidades empleadas en la suscripción de participaciones en entidades de nueva creación, con un límite de 60.000 € anuales.

Es decir, una inversión de 10.000 € en startups implicará un ahorro fiscal de 3.000 € en la declaración del IRPF. Ahora bien, la inversión deberá cumplir una serie de requisitos que se pueden encontrar en la Guía de incentivos fiscales de Fellow Funders. Siendo uno de ellos, por ejemplo, que la empresa invertida tenga menos de tres años de antigüedad, para así ser considerada empresa de nueva creación.

Además, la ley contempla la exención tributaria en el IRPF de las ganancias patrimoniales generadas en la transmisión de estas participaciones, siempre y cuando el importe generado se reinvierta en otras startups. En cualquier caso, puede consultarse la ley completa aquí o contactar sin compromiso a Fellow Funders; estaremos encantados de ayudarte.

Con la vista puesta en el futuro

El ecosistema startupero ha crecido y ganado en profesionalidad con respecto a hace una década y la regulación debe adaptarse a los nuevos tiempos. En ese sentido, el Gobierno español está trabajando en una ley de startups, cuyo anteproyecto se aprobó ya el pasado mes de noviembre.

Esta nueva regulación contempla unos incentivos fiscales todavía más atractivos para los inversores. El porcentaje de deducción pasaría del 30 % al 40 % y el límite de deducción se aumentará a 100.000 € anuales, frente a los actuales 60.000. Además, se aumentará el periodo de tiempo para considerar a una compañía como startup, pasando de los tres años a los cinco.

¡Así que no lo dudes y empieza desde hoy a construir tu cartera de inversión alternativa! La inversión en equity crowdfunding te ayudará a complementar tu cartera de inversión tradicional y te permitirá obtener unos incentivos fiscales muy interesantes. Por la parte que nos toca, en Fellow Funders nos esforzamos a diario para ofrecer proyectos rigurosos, diversos y con potencial ¡Te esperamos en nuestra plataforma!

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